martes, 1 de julio de 2014

"Cuando entras en el trance de tu bebé, no hay dolor, es otra la sensación, es de movimiento, de transformación" Entrevista a Daniela Conejeros




Enfermera, acupunturista y bailarina, el cuerpo es, para Daniela Conejeros, un mundo propio al que no se le teme, un campo conocido y a la vez insondable, fuente de placer, amor y trascendencia.  Daniela vive en Mulchén, en el sur de Chile; es madre de tres hijos y cada uno de sus partos ha sido una cátedra para quienes buscan entregarse a la vida naturalmente. 

Por Consuelo Hayden G. 

Mucho se habla del dolor del parto y del parto sin dolor. ¿Qué piensas tú al respecto?

La percepción de dolor es subjetiva. Yo no sentí dolor en ninguno de mis partos. Cuando entras en el trance de tu bebé no hay dolor, es otra la sensación, es de movimiento, de transformación de que ya nada queda igual. La llegada de un hijo transforma tu vida y eso queda grabado en tu cuerpo. Si elevas tus pensamiento al momento del parto y rompes tus propias membranas y dejar caer el velo y te entregas a esa pequeña muerte, el dolor no existe, solamente es algo natural como la vida y la muerte.

Ya has tenido tres partos ¿Qué has aprendido de tu cuerpo y de tus emociones en éstos? 

Descubrí que los márgenes de la vida y de mi cuerpo son mucho más amplios, y que mi talla más de pantalón no es un mero golpe a mi ego vanidoso. Soy capaz de vivir situaciones y sobrellevarlas de mejor manera, el empoderamiento se quedó dentro de mí, sentí el impulso vital que me entregó cada parto.

La vida es perfecta y nuestros niños lo son. No olvidemos que esto se trata de eso: de traer a la vida a estos nuevos seres de una manera amorosa y significativamente simbólica, y así de pasada intentar ser mejores personas. 

Para las futuras mamás ¿Cómo prepararse para el parto?

Estamos todas las mujeres fisiológica y anatómicamente, en la normalidad, listas para parir. Quizás la preparación que se requiera es mental y eso parte cuando surge la inquietud, que luego se trasforma en deseo y culmina en la acción del parto, en llevar acabo lo que deseaste y en la magia del deseo concedido. En entregarse por completo una vez llegado el momento inminente del parto. 

¿Y cómo recuperarse?

La recuperación es gradual, el movimiento interno/externo es grande. Hay que amar y cuidar a tu hijo, y amar y cuidarse a una misma, alimentarse bien y mover el cuerpo.





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