miércoles, 23 de julio de 2014

La violencia no es norma ni normal.


"(...)La mayor de las niñas -orgullosa- me decía: “Yo me estoy comportando muy bien, hace meses que no me pegan con el cinturón”. O sea, si  hace algo inadecuado a ojos de sus padres, le golpean; si hace algo bueno, no le pegan. 
Los golpes son la vara de medir para felicitar, castigar y educar (...)"

                           
 
La pasada Semana Santa me ví al siguiente panorama: estaba merendando con 4 niñ@s de entre 7 y 11 años y sus respectivas familias, minutos atrás a uno de ellos le habían pegado y los padres pululaban alrededor de la mesa como si nada. Entonces, le pregunté a cada niña/o si sus padres-madres les pegaban y recibí cuatro respuestas afirmativas. Los niños, a pesar de mi pregunta, siguieron comiendo como si les hablara de cualquier tema sin importancia.
Sé que puedo ser cuestionada por preguntar, pero mi intención no era otra más que remover a los padres y madres de estos niños.
 
El sí como respuesta no fue asombroso, porque conozco a estos niñ@s y sé que  los golpes como “método educativo” son parte de su cotidianeidad, por eso lo de “provocar” a los padres con mi pregunta. En otras ocasiones he sido honesta con ellos y les he dicho directamente que con violencia no consiguen nada, ni mucho menos educar o corregir a sus hijos. Pero no cambian y apelan a la libertad de acción con sus hijos (“son míos y hago lo que quiero con ell@s”)
 
Lo que sí me dejó  preocupada de las respuestas, fue que las nalgadas y/o cachetadas son para ellos un parámetro de comportamiento. La mayor de las niñas -orgullosa- me decía: “Yo me estoy comportando muy bien, hace meses que no me pegan con el cinturón”. O sea, si  hace algo inadecuado a ojos de sus padres, le golpean; si hace algo bueno, no le pegan. Los golpes son la vara de medir para felicitar, castigar y educar.
 
Se termina el diálogo y seguimos comiendo galletas.
 
Los que lean este relato pensarán que son cuatro niños agredidos, de familias desestructuradas, al borde de la marginalidad. Pero no. Tienen vidas y familias “comunes y corrientes”, lo que acostumbramos a decir “normales”.
 
Seguro que ustedes también han escuchado, sin indicio de preocupación ni culpabilidad, a padres, madres, abue@s, etc, decir “Un golpe bien dado, no mata a nadie”. “A tod@s nos han pegado y aquí estamos sin ningún problema”. Yo  lo he escuchado cientos de veces y voy a desmontar tales afirmaciones.
 
¿Qué los golpes no matan?, ¿y las miles de mujeres que mueren víctimas de violencia de género? Ellas mueren a golpes. Ya sé lo que pensarán algún@s: “ésta mujer que escribe es una exagerada”, pero no. Los golpes durante la infancia determinan nuestro comportamiento y reacciones cuando somos adultos. Si un niño es educado con violencia física, verbal y /o emocional, crecerá con estas conductas y las hará normales (más adelante me detendré en el significado de “normal”), por lo tanto resolverá sus problemas, frustraciones e inseguridades con la única herramienta que posee: la violencia.
 
Pero además, si ese niño ahora es hombre y lo juntamos con una mujer que fue violentada en su niñez, disminuida en su autoestima y que no conoce otra manera de relacionarse porque normalizó la violencia, ejercerá también violencia aguantará y justificará su situación (por diversos motivos) antes de reconocerse víctima de violencia machista o de género.  En la mayoría de los casos las mujeres no denuncian a sus agresores y casi nunca lo hacen después del primer golpe.
 
Las infancias violentadas son el principio de las mujeres víctimas o muertas en manos de sus parejas. He de aclarar que en estas relaciones  también hay un componente amoroso, pero me dirán: ¿cómo va a existir amor, sí él le pega? Entonces debo deducir ¿que los padres y madres que golpean a sus hij@s no los aman? Creo que en ambos casos el verdadero amor (y del bueno) escasea y se confunde con las muchas “formas de amar”.
 
Hay múltiples maneras de violentar a nuestros hij@s, algunas tan sutiles que las invisibilizamos. No sólo es violento el régimen Sirio o Israel  que mata a niños inocentes por doquier (por dar ejemplos), o el padre que golpea a sus hijos hasta la muerte. También es violencia una cachetada como correctivo, el ridiculizar a nuestros hij@s frente a sus amigos, no atenderlos cuando lloran o no dedicarles el tiempo que ellos merecen.
 
Respecto a la segunda afirmación: “A tod@s nos han pegado y aquí estamos sin ningún problema” es falaz, puesto que, hay un problema y gordo. Tanto, que se ha hecho de la violencia una costumbre, golpear dejó de ser grave y trascendente, se banalizó. Porque para qué vamos a mentir, quien da un golpe da uno y otro y otro…tantos hasta que se convierte en  norma.
 
Para aclararme con el concepto de “normalidad” y poder argumentar su uso en la violencia, recurrí al viejo truco de mirar el diccionario y para mi sorpresa, en sus tres primeras acepciones la palabra normal dice:   “1.Dicho de una cosa que se halla en su estado natural, 2. Que sirve de norma o regla y 3.Dicho de una cosa que, por su naturaleza, forma o magnitud, se ajusta a ciertas normas fijadas de antemano”.
 
La violencia no es natural, lamentablemente se ha naturalizado. La violencia no es una norma pero como la mayoría lo hace creemos que es una regla. La violencia no debe ajustarse a ninguna norma fijada de antemano pero se ha colado en nuestra manera de vivir, educar y  amar.
 
Seamos conscientes de que la puerta de acceso al círculo vicioso de la violencia la abren los padres y madres. Se cría y educa con acciones y sí sembramos violencia, no esperemos cosechar  niñ@s amorosos que nos quieran y respeten.
 
Si fuimos niños violentados y ahora como padres no tenemos o sabemos cómo  criar a nuestros hijos, debemos pedir ayuda, conocer nuevas estrategias y mirar con ojos de niñ@ como nos gustaría haber vivido nuestra infancia, nadie elegiría los golpes a una palabra amorosa o a un beso.
 
 Amamos a nuestros hijos y no basta con eso, sino que también debemos hacerlos sentir amados.


viernes, 18 de julio de 2014

Ser madre cuando está prohibido/ Por Marcela Abedrapo


“Cuando Israel señala que los niños que ha asesinado en la playa, en sus escuelas, en sus propias viviendas eran escudos humanos o potenciales terroristas, lo que está diciendo es que tiene un desprecio incalculable por la vida” comenta nuestra Comadre Invitada sobre el ataque de Israel sobre Palestina, Marcela Abedrapo, chilena descendiente palestina, madre y Licenciada en Historia, con mención en estudios culturales.

viernes, 11 de julio de 2014

Cine y Tv infantil: para nada una cosa de niños



Enfrentarse a Mickey Mouse y compañía es una ardua tarea para una madre auto determinada como rebelde, revolucionaria y que aspira a un nuevo modelo de mundo. En el camino he descubierto que más que combatirlos, hay que acompañar a tus hijos en esa maravillosa entretención que es el cine y conducir y apoyar ese proceso para formar espectadores críticos. Por Danae Prado C.

martes, 8 de julio de 2014

Paz Alvarado: el parto en casa muestra la sabiduría de la naturaleza


Al quedar embarazada, la cantante y bordadora Paz Alvarado tomó una decisión comprometida: tendría un parto en casa. Su ambiente familiar se mostró con dudas pero Paz y su pareja Alexander, se mantuvieron firmes en esta determinación que contemplaba su visión de la crianza con apego. De madre a comadre la eligió como Comadre Invitada de esta semana. Por Danae Prado C.


Paz es Licenciada en Arte y Gestión Musical con mención en Canto Popular de la Universidad Valparaíso. En las aulas de la UV conoció a su pareja Alexander y juntos crearon el dúo Lila&Morocho y hace un año dieron luz a su mejor composición: Aurora Ayelen.


La joven cantante y también bordadora popular decidió tener a su hija en un parto natural en la casa. Una costumbre que hace 100 años era muy usual, pero que ahora se mira como bicho raro. Paz la asumió como una determinación de amor y así también enfrenta la crianza de su hija.


¿Por qué decidiste realizar tu parto en casa?

Siempre quise ser madre, por lo que cuando una amiga me comentó que tuvo a su bebe en casita me quedé con la idea. Cuando supimos con mi pareja que tendríamos un bebé, yo le propuse la idea; previamente me informe mucho a través de las redes sociales y encontré muchos testimonios, documentos y videos que reafirmaron mis ganas y entusiasmaron a mi compañero.

La idea de conectarme totalmente con mi niñ@  me emocionaba mucho y sabía que para lograr esa conexión divina y maravillosa la intimidad y el calor de mi hogar era fundamental.

¿Cómo es el proceso para hacerlo?

Nosotros sabíamos que existen riesgos para realizar un parto, por lo que teníamos hasta plan z por si acaso.

Tuve controles de rutina en el consultorio con una matrona tradicional, además nos contactamos con una doula y otra matrona que realiza partos en casa. Con nuestra doula teníamos reuniones mensuales en donde nos aclarábamos dudas, comentábamos textos,  etc.

Además participé activamente de un taller de danza espiral que ella impartía, donde conocí  mujeres en la misma sintonía que yo, pues es una danza que mezcla y rescata movimientos de diferentes culturas que se enfocan en las caderas, la pelvis, además de todo el cuerpo,  sirve como relajación, adquieres conciencia de tus extremidades, es decir, vas preparando "el terreno" por así decirlo.

¿Cuál es la historia que contarás a Aurora sobre su nacimiento en casa?

Uf...que fue una experiencia inolvidable, en donde sellamos un pacto de amor entre los tres.

Fue una experiencia que marcó mi vida, donde adquirí seguridad sobre mi capacidad de ser madre, que luego de 30 horas de trabajo de parto pude aprender muchas cosas, también darme cuenta de la hermosura y la sabiduría de nuestra naturaleza y que aquel momento fue el inicio de este viaje familiar.

Siento que el mayor aprendizaje de aquel momento tiene que ver con vivir el presente, disfrutar cada etapa de la vida y guiarse por el alma más que por la mente.

¿Cómo se manifiesta la crianza natural a diario?

Yo siento que se manifiesta cuando se es fiel a nuestros instintos de madre. En un mundo tan marcado por la inmediatez, el dinero, es muy difícil ser una mamá tan natural, ya sea porque no hay tiempo o porque los precios de los alimentos son muy elevados.

Yo tengo la suerte de poder acompañar a mi pequeña en sus procesos diarios de crecimiento y alimentación y se hace difícil entregarle lo mejor, no es imposible, pero sí  muy sacrificado.

Pienso que ser categóricos y fundamentalista es un grave error, por eso yo opto por poner en práctica lo que más pueda la crianza natural, pero no me muero si mi hija come un pedacito de pan.

¿Por qué crees que es importante enfrentar la crianza de esta manera?

Para mí una crianza así tiene que ver con un cambio de paradigma. Con este tipo de crianza siento que podemos cambiar el mundo, dejar de subestimar  a los bebes y darles amor es una revolución.

Eres cantante y también bordadora, ¿se ha modificado la manera de ver tus oficios con la maternidad?

No sabría exactamente en qué, pero siento que sí, pues hoy soy otra. Mi visión de vida es diferente. Al momento de cantar mi inspiración es grande y potente, quizás no siempre sentí eso, pues hoy resulta ser que mi más grande inspiración es mi hija y mi familia, que siempre están.

Y los bordados llegan a mí a través de aurora, cuando me embarace me sentía llena de  arte y así llego el bordado

En una frase, ¿cómo definirías la crianza rebelde y con apego?


La revolución del amor.


viernes, 4 de julio de 2014

Valentina Carmona: los mandalas envuelven a mi pequeña

 

El periodo de embarazo llevó a esta joven madre primeriza a conocer la antigua técnica de enlazar lanas y colores para formar mandalas, la que hoy integra en la crianza de su pequeña de 10 meses, Isabella. Por eso la invitamos a ser nuestra comadre invitada para que nos hable de este proceso. Por Danae Prado C.



Egresada de Ingeniería Forestal de la Universidad de Chile, Valentina y Bryan se hicieron a la maternidad y paternidad el 2013 y eso transformó sus miradas de la vida.

En este camino, Valentina conoció la técnica de tejer mandalas con lanas y al pasar del tiempo se transformó en facilitadora de este proceso en Espacio Alquimia- centro de terapias alternativas- y además ha experimentado integrar estas técnicas en la crianza de su hija.


Mandala significa en sanscrito círculo sagrado y su descripción es que son “representaciones simbólicas y espirituales del macro y microcosmos” utilizadas por el budismo e el hinduismo.

¿Cómo llegas a los mándalas?

En la búsqueda de un regalo para Isabella, mi cuñada me comentó lo de los mandalas y fue ella la que me enseñó a tejerlos

¿Cómo los mandalas y su creación influye en tu hija?

Oh fue algo mágico! Cuando cargaba a Isabella dentro de mi panza, nacieron en mí las ganas inmensas de diseñarle algo con mis manos. Hasta ese momento, creía que mi capacidad artística era cero, sin embargo, llegaron a mí estos sagrados círculos, los mándalas, y me di cuenta “yo también puedo!”. 

Cuando trenzaba estas lanas,  me envolvía una profunda calma, mi capacidad de asombro aumentaba al apreciar la combinación de puntos y colores, me hacía disfrutar el aquí y el ahora, todas esas sensaciones se traspasaban a mi pequeña, pero sin duda, lo más lindo fuer ver como los mándalas envolvían su mirada, además fue lo primero que logró mover con sus manitos.

¿Qué efecto ves en Isabella con los mandalas?

Los círculos como que la hipnotizan, no sé sí serán los colores o el vaivén de los mandalas colgados, pero de alguna manera se calma y contenta con mirarlos, la dulzura de su mirada con los mandalas es maravillosa.

¿Porqué acudes a la medicina antroposófica con tu hija?

Porque no queríamos darle cualquier remedio, en la medicina antroposófica los medicamentos son naturales, no se utilizan químicos. Sin embargo, debido al alto costo y a la mínima cobertura de la isapre, ya no acudimos a esta medicina, aunque encontramos una pediatra de la medicina tradicional, que no administra remedios “al por mayor” y es bastante respetuosa con los niños y la decisión de los padres.



¿Qué otorga esta medicina a diferencia de medicina tradicional?

Tiene un enfoque distinto frente a una enfermedad, la primera fortalece el sistema inmunológico, dejando que los síntomas se presenten (por ejemplo, recomienda no bajar la fiebre) y la segunda ataca esos síntomas, lo que provoca que el sistema se debilite. Aunque es bastante difícil ver a los hijos enfermos y no hacer “nada”.

¿Recomiendas a otras madres uso de medicina alternativa, como piedras obsidianas?

El uso de Piedras Obsidianas en conjunto con Flores de Bach, me ha servido para sentirme más libre, con esta terapia he realizado un viaje al pasado, lleno de descubrimientos buenos y malos, sin duda, son mucho los beneficios de tomar consciencia del ser que llevamos dentro. Yo le recomiendo a las madres que traten sus culpas, sus penas porque el mejor regalo que le podemos hacer a nuestros hijos, son padres sanos del alma.

En una frase, ¿qué significa la maternidad y crianza rebelde y con apego para ti?

Es un redescubrimiento del mundo con mucho amor y respeto 


                          

miércoles, 2 de julio de 2014

Cine en su casa: Miss Representation(2011)


Miss Representation es un documental que deberían dar en todas las escuelas públicas del mundo. Así de importante es a mi juicio el contenido de este filme que muestra la manera en que la industria de las comunicaciones representan, o mal representan, a las mujeres, instalando y reproduciendo la desigualdad de género.


martes, 1 de julio de 2014

"Cuando entras en el trance de tu bebé, no hay dolor, es otra la sensación, es de movimiento, de transformación" Entrevista a Daniela Conejeros




Enfermera, acupunturista y bailarina, el cuerpo es, para Daniela Conejeros, un mundo propio al que no se le teme, un campo conocido y a la vez insondable, fuente de placer, amor y trascendencia.  Daniela vive en Mulchén, en el sur de Chile; es madre de tres hijos y cada uno de sus partos ha sido una cátedra para quienes buscan entregarse a la vida naturalmente. 

Por Consuelo Hayden G. 

Mucho se habla del dolor del parto y del parto sin dolor. ¿Qué piensas tú al respecto?

La percepción de dolor es subjetiva. Yo no sentí dolor en ninguno de mis partos. Cuando entras en el trance de tu bebé no hay dolor, es otra la sensación, es de movimiento, de transformación de que ya nada queda igual. La llegada de un hijo transforma tu vida y eso queda grabado en tu cuerpo. Si elevas tus pensamiento al momento del parto y rompes tus propias membranas y dejar caer el velo y te entregas a esa pequeña muerte, el dolor no existe, solamente es algo natural como la vida y la muerte.

Ya has tenido tres partos ¿Qué has aprendido de tu cuerpo y de tus emociones en éstos? 

Descubrí que los márgenes de la vida y de mi cuerpo son mucho más amplios, y que mi talla más de pantalón no es un mero golpe a mi ego vanidoso. Soy capaz de vivir situaciones y sobrellevarlas de mejor manera, el empoderamiento se quedó dentro de mí, sentí el impulso vital que me entregó cada parto.

La vida es perfecta y nuestros niños lo son. No olvidemos que esto se trata de eso: de traer a la vida a estos nuevos seres de una manera amorosa y significativamente simbólica, y así de pasada intentar ser mejores personas. 

Para las futuras mamás ¿Cómo prepararse para el parto?

Estamos todas las mujeres fisiológica y anatómicamente, en la normalidad, listas para parir. Quizás la preparación que se requiera es mental y eso parte cuando surge la inquietud, que luego se trasforma en deseo y culmina en la acción del parto, en llevar acabo lo que deseaste y en la magia del deseo concedido. En entregarse por completo una vez llegado el momento inminente del parto. 

¿Y cómo recuperarse?

La recuperación es gradual, el movimiento interno/externo es grande. Hay que amar y cuidar a tu hijo, y amar y cuidarse a una misma, alimentarse bien y mover el cuerpo.