martes, 15 de abril de 2014

Valparaíso: L@s niñ@s y la recuperación.



Nuestra ciudad sigue ardiendo, el fuego se ensaña con los porteñ@s.  Devoró sus casas, sus recuerdos y su patrimonio. No contento con eso, sigue amenazando a miles de familias en un ir y venir de angustia y desesperación.

Tod@s l@s que estamos atados a ese puerto que enamora, conocemos a alguna persona o familia que lo ha perdido todo. Volver a levantar a Valparaíso y a su gente es una tarea colectiva, y es necesario reconstruir desde la honestidad, el sentido común, el amor y el respeto.

Las 4 comadres tenemos parte de nuestra vida escrita en la cuidad que ahora está envuelta en cenizas. Y desde nuestra trinchera, que es la maternidad y la crianza con respeto, apego y sentido, queremos dedicar esta columna a miles de niños y niñas porteñ@s que son víctimas silenciosas de esta terrible catástrofe.

¿Qué hacer con nuestr@ niñ@s?, ¿cómo explicarles lo que han visto y padecido?, ¿cómo expresar nuestr@s sentimientos y cómo contenerl@s emocionalmente?

Lo primero y esencial es hablarles a nuestros niñ@s con verdad, pero no con cualquiera, sino con la verdad que habla desde el corazón. Los pequeñ@s estaban ahí, vieron como el fuego “comía” su casa, sus juguetes, su mundo material, por lo tanto, no es necesario que disfracemos la realidad.

Por dura que parezca la realidad, ellos tienen derecho a conocerla, con conceptos claros y adecuados a su edad. Eso es fundamental  para que construyan su propia idea mental de lo sucedido, lo que les dará confianza y seguridad para afrontar este largo proceso de  pérdida y cambios. Los “mayores” tenemos herramientas emocionales para sobrellevar este momento y aunque nunca hayamos sufrido un incendio, sabemos cuál es el procedimiento, podemos verbalizar nuestras emociones y también sabemos cómo convertir esas emociones en acciones.

Los niños no son capaces de vivir esta experiencia de forma autónoma, necesitan transitar la tragedia contenidos emocionalmente y acompañados. Tenemos que contarles lo que va pasando, y si no lo sabemos, decirlo también. Explicar por qué mamá y/o papá reaccionaron así. Sí decidieron como familia que los niños se queden al cuidado de familiares o amigos, hacerles sentir que estarán bien cuidados, porque en ese momento  los papas no pueden cuidarlos, pero que muy pronto volveremos a estar todos juntos (dirigirse a los niños con conceptos temporales que manejen por ejemplo: por la noche, mañana a la hora de tomar once etc…). Que no se preocupen por la mamá, el papá o los abuelos, que son mayores y sabrán cuidarse y estar bien.

La empatía es un valor importante, hagámosles saber que sentimos pena, miedo o rabia igual que ellos; pero también necesitan que les transmitamos la seguridad y la confianza de que no están solos, están con sus padres, con su familia y con miles de personas que sin conocerl@s están preocupados por ell@s, para que en poco tiempo recuperen su vida familiar, esta vez en una nueva casa.

Que durante unos días no podrán jugar a la escondida ni a la pelota en la calle, o que no podrán peinar a sus muñecas sentadas en las escaleras de la quebrada, que eso será momentáneo. Que quizás tendremos que cambiarnos de casa y de barrio, pero que  tendrán la oportunidad de conocer a nuevos amigos con los que también podrán jugar. Que durante unos días no irán al colegio, pero podrán aprovecharlos para estar de visita en la casa de sus primos, o disfrutar de las actividades que con mucho cariño se organizarán en los albergues. Recordarles que los pilares de su mundo no fueron derrumbados al quemarse su casa, sino que sus pilares son el amor y la unión familiar. Que este es un momento difícil, pero que podremos superarlo con la ayuda de muchas personas.

Para los miles de niños y niñas que ven esta situación por los medios y que también se ven afectados por este clima de desesperación, esta es una gran oportunidad para educar en valores como la solidaridad, generosidad y valentía, y para transmitirles que lo material no es lo importante, incluirlos en las muestra de apoyo y voluntariado que se seguirán desarrollando. Finalmente, mostrarles a través de esta terrible tragedia que no estamos solos en el mundo y que dar la mano a los que sufren es ser parte de la comunidad en la que estamos inmersos.

La emergencia poco a poco se irá controlando, y llegará (esperemos que pronto) el momento en que vuelva todo a una nueva normalidad, tenemos que ser conscientes de que no será igual que antes, pero decirles a nuestros hijos que esto es un nuevo empezar, una nueva oportunidad y que estamos todos con vida y salud es lo más importante.

Los primeros días serán difíciles, lo mejor es que hablen en familia, compartan su experiencia y sentimientos como un recuerdo, una vivencia familiar que a todos nos ha hecho un poco más “grandes”. Seamos especialmente sensibles a los manifestaciones de los niñ@s, quizás nos asombremos en un principio, porque creamos que han reaccionado bien, o aparentemente no les ha afectado.

¡Atent@s! L@s niñ@s al no saber bien manejar y expresar  sus emociones, probablemente las muestren de diversas maneras: quizás vuelvan a hacer pipi por las noches, estén irritables, tengan pesadillas, deseen estar mucho con sus padres (curiosamente son los niños quienes desean proteger a sus padres, más que buscar su protección, como diría el sentido común), quizás cambien su comportamiento en el colegio etc… Lo único que podemos hacer al respecto es respetarlos, darles mucho amor, contacto físico, quizás volver a dormir juntos, jugar, reírnos y aumentar nuestra dosis de paciencia.

Sabemos que las madres, padres y familia en general estarán agobiados por las preocupaciones, pero somos nosotros los responsables de garantizar en todo momento el bienestar emocional de nuestros hij@s. Es aconsejable que el colegio de los niñ@s esté informado constantemente de la situación familiar, para que así puedan prestar el apoyo y la ayuda necesaria a nuestro hij@.

Para terminar nos gustaría dar una recomendación frente a tres situaciones que pueden estar produciéndose en esta emergencia.

·        * Mujeres embarazadas: Entendiendo el difícil momento de angustia y preocupación, no deben olvidar que nuestros sentimientos, sean positivos o negativos, repercuten en la vida intrauterina de nuestr@ hij@. De preferencia, busca la comodidad en casa de algún amigo o familiar que pueda darte alimento, agua y descanso.

·       *Madres en periodo de lactancia: No dejes de amamantar a tu hij@, recuerda que la leche materna y el contacto con el pecho, no es sólo fuente de alimentación, sino que también produce hormonas que les proporcionaran tranquilidad y amor mutuo. Además, si durante 8 horas no das de mamar a tu hij@, la producción de leche bajará durante las 48 horas siguientes. Recordemos que la producción de la leche se da mediante la estimulación del pezón. A menor succión, menor producción.


·         *Familias que han perdido mascotas: habla con sinceridad a tus hij@s y puedes proponles que en cuanto puedan y estén en una nueva casa, podrán adoptar a una nueva mascota. 


Fotografía: Terra.cl






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