Mi hija quiere ser princesa. Sueña con tener el pelo largo, peinados bellos, coronas y vestidos. Y yo... yo quería una hija "tres cocos" como decía mi abuela. Por Millaray Neira A.
Mi hija aprendió primero a distinguir el rosado de cualquier otro color.
Siempre lleva pañuelos, toallas o paños de cocina en el pelo para que parezca “pelo largo”. Cada mañana pelea conmigo porque, aunque llueva o truene, sólo quiere usar vestidos.
Y yo... yo quería una "tres cocos" como decía mi abuela.
Soñaba con que trepara árboles a velocidad del rayo, que se revolcara en barro o corriera tras una pelota. Mi estereotipo infantil de la rebeldía femenina.
Enfrentada a la diferencia, surgieron ante mí las contradicciones de las ideas con la realidad. Puesto que en mi discurso y en mi mente era primordial que, en mi rol de madre, debía educar con valores pluralistas, tolerancia y defensa de la diversidad.
Discurso que se estremeció al ver a mi hija cumpliendo con todos los estereotipos clásicos femeninos, que abiertamente eran centro de mi burla.
No fue fácil darme cuenta de que para educar en tolerancia primero debo partir por mí.
Qué no hice por derrotar el estereotipo de princesa sin lograrlo, hasta que un día me di cuenta que la equivocada era yo.
Recordé que por sobretodo, soñaba con una hija libre e independiente, preparada para un mundo pluralista y, por supuesto, soñaba con mi hija FELIZ.
Nuestros hijos no son nuestra propiedad ni son arcilla para modelar. Son seres pensantes y únicos, que necesitan de nuestra protección y amor. No debo creer que mis hijas son sujetos de derecho, sino que debo practicarlo.
Y hoy mi hija ya no quiere ser princesa... ahora lo es, y ¿saben? ella y yo nos sentimos felices con eso.
domingo, 30 de marzo de 2014
viernes, 28 de marzo de 2014
De cómo un nacimiento parió más que un hijo
Hace
cuatro años nació mi hijo. Con él vinieron cambios, nuevos conocimientos y
especialidades, nuevos roles y caminos. Hasta hoy mi hijo me muestra nuevas
maneras de ver la vida, me abrió una nueva forma de enfrentar la revolución con
la crianza rebelde. Asimismo, cada día nos impone desafíos: con mañas y
pataletas nos muestra que la vida no es perfecta, pero luego, con sus
declaraciones de amor, nos re-muestra que la vida está hecha de momentos que te
pueden hacer inmensamente feliz, si tienes los ojos bien abiertos para
tomarlos. // Por Danae Prado C.
martes, 25 de marzo de 2014
Por qué nos gustan los trios.
¿Con quién duermes?, -pregunta la profesora a mi hija. Con papá y mamá, -responde ella.
Acto seguido, la profesora me mira y yo, con mi mejor sonrisa le digo: Sí, nosotros “colechamos” *.
jueves, 20 de marzo de 2014
Expropiación. Parte I
"...Meses atrás había comenzado a leer sobre parto natural, fui a un seminario sobre violencia obstétrica (término totalmente desconocido para mí hasta ese minuto), y había consultado con una matrona que atiende partos en casa. Supe así, exactamente lo que quería y lo que no quería que pasara durante mi parto. Pero a medida que se acercaba el momento, me fui dando cuenta de que todo estaba amarrado de antemano..." Por Consuelo Hayden
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miércoles, 19 de marzo de 2014
De amamantar y otros derechos
Marzo, mes de la mujer y sus tribulaciones. Así podríamos llamar a este mes, marcado por la conmemoración del Día Internacional de la Mujer y que en Chile este año, casi como si fuera a propósito, dejó en evidencia la realidad del género femenino.La dicotomía de avances de las mujeres en el poder público que choca con la realidad de la discriminación de género en temas esenciales, como amamantar.
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