"(...)Creo que ella no sabía la magnitud y las consecuencias de dejar llorar a los niñ@s. La fuerza de la costumbre, del boca a boca, el perpetuo poder de los mitos y la falsa creencia de que aquí estamos cómo prueba viviente de niñ@s no consolados, transformados ahora adultos “estupendamente” (mal) criados, eran sus argumentos más contundentes (...)".
Por Fernanda Romo Ayala.
De izquierda a derecha, cantidad de conexiones sinápticas en un recién nacido, a los 2meses y a los 2 años. Imagen: http://pediatriajovel.blogspot.com.es/2013/07/estimulacion-temprana.html |
El título de esta columna, fue la frase que pronunció la madre a su hija, mientras viajaban en el autobús. La hija puérpera comentaba que esta última noche había dormido mal, se había despertado muchas veces a amamantar y para colmo de males su hijo,-quien ahora dormía en el carrito (cochecito)- no quería quedarse sólo en la cuna, cada vez que lo dejaba, lloraba. Sin miramientos, la abuela-madre dicta sentencia.
Yo, inoportunamente atenta a la escena, pensaba sí de verdad la abuela-madre era consciente del mensaje que daba. ¿Tendría fundamentos, o sólo repetía cual mantra, la frase que también le habían dicho a ella su madre-bisabuela, tías, prima, vecina, matrona, y amigas, allá por los años 80´.?
Creo que ella no sabía la magnitud y las consecuencias de dejar llorar a los niñ@s. La fuerza de la costumbre, del boca a boca, el perpetuo poder de los mitos y la falsa creencia de que aquí estamos cómo prueba viviente de niños no consolados, transformados ahora adultos “estupendamente” (mal) criados, eran sus argumentos más contundentes.
El llanto en un niñ@ siempre y aún más cuando no sabe hablar, es su lenguaje, y a través del el nos expresan que necesitan de nosotros, que algo ocurre, que quieren ser atendidos y consolados. Básicamente la bibliografía sobre crianza respetuosa diferencia dos grandes motivos por los cuales no es correcto dejar llorar a un niñx: las razones científicas y las éticas. De las científicas ya escribiré más adelante, ahora me detendré en las éticas.
La abuela que hoy me inspira, no tendría por qué saber el funcionamiento cerebral de su nieto al enfrentarse a un episodio de estress, pero sí siente y padece el llanto desconsolado de un niño, -en este caso su nieto-. Aunque a fin de cuentas la abuela, no es la mayor responsable de ese pequeño, sino la madre, es ella quien debe decide si aplica o no el consejo de su progenitora o si se deja o no guiar por su instinto.
Actualmente y para gran parte de la sociedad, consolar a los niños no está al mismo nivel que el sufrimiento de un adulto; hasta en los sentimientos, la verticalidad es asombrosa. Cuando mi mejor amiga llora, es porque algo le pasa e instintivamente, por el cariño que le tengo, acudo a consolarla. Cuando mi hija llora, hago exactamente lo mismo, no por ser pequeña, su dolor será proporcional a su tamaño y no tendrá opción a ser consolada. Y es más, en el caso de los niñ@s el consuelo debe ser aún más rápido y contundente, porque los niños no han construido mecanismos de adaptación al stress , no saben manejar su frustración ni un lenguaje extenso y acabado para decirnos que les ocurre, como sí lo ha hecho mi amiga y todos nosotros, los “mayores”.
Grata coincidencia, mientras ellas conversaban de toallas, familia y crianza… yo leía a Rosa Jové (ahora están pensando que escucho las conversaciones ajenas y leo a la vez… pues sí.) y en ese libro ( “La Crianza feliz”) ella da la explicación científica del porqué debemos atender, consolar y estimular a nuestros hijos, “(…) que el niño se sienta atendido, satisfecho y estimulado influye decisivamente en la construcción de su tejido nervioso, enriqueciendo sus arborizaciones dendríticas y creando mayor contingente de sinapsis, o contrariamente, frustran su desarrollo neuronalsináptico si son deficientemente atendidos (….)”*.
Nacemos con un número determinado de neuronas, pero éstas no están conectadas entre sí, y la capacidad de conectarlas, llamada neuroplasticidad, es más fértil durante la infancia y depende -en gran parte- de la estimulación y las experiencias vividas. En nuestros primeros meses de vida, vamos formando la “memoria emocional” y tanto las situaciones de stress, ocasionadas por no haber sido atendid@s, como las de tranquilidad y placer quedan almacenadas como “teclas” sobre las cuales tenemos más costumbre de pulsar. Es decir, será nuestra reacción aprendida para el futuro.
Cuando dejamos llorar a un niñ@, también aumenta el nivel de la hormona llamada cortisol, conocida, como hormona del stress. Ésta disminuye el sistema inmunitario y endocrino, reduce el número de linfocitos e inhibe la síntesis de prostaglandinas. En el aspecto emocional, mantiene al niñ@ en constante estado de alerta, desconfianza y abandono. Disminuyendo su autoestima y dificultando su relación armónica con el mundo.
¿Por qué está tácitamente instaurado que a los niños no se les debe consolar y hay que dejarlos llorar? Francamente sí estoy llorando con 30 años y mi madre no me pregunta que me pasa o me abraza…uff! que cabreo (enfado) tendría con ella. Extrapolen la situación a sus vidas, seguro que sí les pasaría algo. Y a nuestros hijos ¿no debería pasarles nada…? .No hace falta ser científico, sólo aplicar ese tan escaso sentido común, que todos tenemos o potencialmente poseemos.
Después de leer esto, y de saber las consecuencias cerebrales y emocionales que produce el desamparo, por favor, no dejen sin consuelo a un niñ@, sea hij@, sobrin@, prim@ o desconocid@. Aunque vaya por delante, que nuestras columnas son como las lentejas, el que quiere las toma o el que quiere las deja… pero que son ricas en hierro, no lo niega nadie.
* Jové, Rosa, La crianza feliz, editorial La Esfera de los libros, España, 2009, pág 164.
Creo que le falta sustento a tu publicación. ademas que la misma respuesta inmediata ante el estimulo del llanto le hace comprender que todo sera dado por medio del llanto y crea una dependencia
ResponderEliminarGracias por tu comentario! Me encanta le diversidad de opiniones y todas son respetadas. ¿Podrías decirme cuál es tu argumento científico o estudio bibliográfico para afirmar que la respuesta inmediata al llanto crea dependencia?
ResponderEliminarComo argumento científico o estudio bibliográfico, te puedo decir, que la experiencia de haber educado a niños durante 30 años, me da la validez para decir que el llanto de los niños no siempre significa que necesitan consuelo. El llanto de los niños es su forma de comunicarse, pero cuidado, que la respuesta inmediata al llanto del niño si que crea una dependencia, y hace que el niño no busque resolver sus problemas por si solo. Todo consiste en enseñarle al niño que sea independiente y autosuficiente, sinque esto tenga que decir que se rompa el lazo afectivo.
ResponderEliminarHola! también agradezco su tiempo para dejar un comentario en mi columna. No voy a ahondar en mi curriculum, pero también trabajo con niños y adolescentes.
EliminarQuiero que me enseñen un estudio científico, que muestre beneficios al dejar llorar a los niños. O en su defecto, un estudio que demuestre que los niños consolados son dependientes. Lamentablemente estamos rodeados de opiniones subjetivas y personales, y créame, que también tengo la mía. La diferencia, es que ademas de exponer mi opinión me respaldo en argumentos demostrados científicamente.
Y la teoría más cercana a su argumento del estimulo respuesta, es propia de la corriente conductista que Pavlov utilizaba con perros, no con humanos, ni menos con niños.
Recordarle que en mi columna hablo de un recién nacido, hijo de una mujer en puerperio (entiéndase por éste el periodo comprendido entre los 0 y 2 años de edad, puede leer a Laura Gutmann) ...¿Usted cree que ese niño tiene las herramientas y la capacidad para que (y voy a citar sus palabras) "busque resolver sus problemas por si solo(...) que sea independiente y autosuficiente".
Los niños son dependientes, dependen del amor, apego y cuidados de sus padres.
Un saludo afectuoso.
Entonces hasta que edad se deberia consolar a los niños que lloran? Creo que el llanto en niños se da por un reto de un mayor que pone limites o por algun accidente que sufren al hacer lo que no debian (por ejemplo). Sin tener hijos pero si muchos sobrinos, puedo ver que si se les reta y se les consuela no se consigue imponer los limites que los niños necesitan respetar.
EliminarEntonces hasta que edad se deberia consolar a los niños que lloran? Creo que el llanto en niños se da por un reto de un mayor que pone limites o por algun accidente que sufren al hacer lo que no debian (por ejemplo). Sin tener hijos pero si muchos sobrinos, puedo ver que si se les reta y se les consuela no se consigue imponer los limites que los niños necesitan respetar.
EliminarSi hablamosde cortisol y stress deberiamos recordar los significados de stress y feedback (o biofeedback donde el stress es necesario para generar una respuesta fisiologica positiva o negativa) para remitirnos a conocimiento cientfico...
Creo personalmente que el acudir al niño al oirlo llorar no lo perjudica en lo mas mínimo sino que lo beneficia, ante el hecho de saber que su madre (padre, tutor o quien sea) está alli para él. Hay que saber diferenciar el hecho de consolar a un niño no implica darle el objeto o actitud por lo cual está llorando. Ejemplo: Si un niño esta llorando porque quiere una revista que no podemos darle, abrazarlo y consolarlo para que aprenda a manejar sus sentimientos no implica darle la revista, sino que se le puede poner límites basandose en el afecto y la contensión. Pero a menudo resulta mas fácil y cómodo dejarlo que llore, ya que no nos demanda mas que paciencia antes el sonido de su llanto. Personalmente insisto, siendo madre de una niña de 4 años y un niño de 3 meses me siento completamente incapaz de ignorar el llanto de un niño. Saludos!
EliminarP/D: El artículo me pareció impecable :)
Tanta verdad! por qué nos resulta tan indiferente el llanto de un niño? por qué nos cuesta tanto entender que eso que quizás ya no es tan terrible para nosotros, como adultos, para ellos es sinónimo de terror, pánico, dolor, ansiedad... Si al menos intentáramos ver el mundo a través de sus ojos!
ResponderEliminarLaura Gutman, Carlos Gonzalez fundamentalistas puros, no los compro, les dicen a las mujeres justo lo que quieren escuchar...
ResponderEliminarA las mujeres?
EliminarWoww cuanta resistencia. Creo en hacer caso a la evolución de nuestro cerebro y claro del sentido común vaya a quién no le gustan que alguien se acerque a uno para consolarnos al menos para escuhar alguna palabra de aliento. Imagínemos que los niños los bebés que apenas son nuevos en este mundo todo lo que necesitan de nosotros y es muy muy diferente a ser atentos con ellos y a ser madres o cuidadores sobre protectores o codependientes. Respetemos las necesidades básicas que ya bien abraham Maslow amablemente nos heredo��
ResponderEliminarCreo personalmente que el acudir al niño al oirlo llorar no lo perjudica en lo mas mínimo sino que lo beneficia, ante el hecho de saber que su madre (padre, tutor o quien sea) está alli para él. Hay que saber diferenciar el hecho de consolar a un niño no implica darle el objeto o actitud por lo cual está llorando. Ejemplo: Si un niño esta llorando porque quiere una revista que no podemos darle, abrazarlo y consolarlo para que aprenda a manejar sus sentimientos no implica darle la revista, sino que se le puede poner límites basandose en el afecto y la contensión. Pero a menudo resulta mas fácil y cómodo dejarlo que llore, ya que no nos demanda mas que paciencia antes el sonido de su llanto. Personalmente insisto, siendo madre de una niña de 4 años y un niño de 3 meses me siento completamente incapaz de ignorar el llanto de un niño. Saludos!
ResponderEliminarP/D: El artículo me pareció impecable :)
Yo nunca dormí en la cama con mis padres. Mi hermana y yo siempre dormimos en nuestra propia habitación y por lo que nos han contado más de una vez nos dejaron llorar. ¿Tenemos algún trauma? No. ¿Son mis padres malos padres? En absoluto, son un amor y ambas les adoramos porque excepto dormir con ellos, lo hemos hecho todo juntos. ¿Eran unos egoístas por tenernos en otra habitación? Lo dudo, y mucho. Si teníamos miedo o llorábamos nos íbamos a su habitación un rato y luego de vuelta a la nuestra... o al revés, se venían ellos hasta que nos dormíamos. Ambas nos hemos sentido queridas, tenemos vidas plenas, relaciones afectivas increíbles... Y sí, nos dejaron llorar, porque a veces hay que aprender a superar los baches de la vida por uno mismo. Nos han enseñado a ser personas independientes, luchadoras y, a la vez, a valorar la red familiar, el afecto y la confianza.
ResponderEliminarFrancamente, que cada cual duerma como quiera. Aquí nadie es mejor ni peor padre por dormir/o no dormir en la cama con sus hijos.
Creo que cada uno de vuestros comentarios portan un trocito de verdad. Lo importante es cuidar y querer a los pequeños, mantener un equilibrio entre la dulce teoría y la inquietante práctica. Un niño puede sentirse querido y arropado durmiendo en la habitación contigua a sus padres, o aterrorizado y débil durmiendo por imposición en la cama grande. Hay tantos tipos de afecto como familias y todas a su manera llevan su parte de razón.
ResponderEliminarRecien nacidos y los primeros meses es su unica forma de comunicsrse. Apoto el k no hay que dejarl9s llorar, necesitan el consuelo de sus padres, mas d su madre, el sentir q estan ahi con el.trato de q mi hijo llore lo menos posible, si llora y a veces mucho xq algo le sucede y hasta que le alivia lo k siente deja de llorar pero con uno al lado.
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